A mi Padre Celestial:
Mas tú oh Señor, eres escudo en derredor mío, mi gloria y el que levanta mi cabeza. Con mi voz clamé al Señor y El me respondió desde su monte santo (Salmo 3:4). Cuando clamo respóndeme oh Dios de mi justicia, en la angustia me has aliviado, ten piedad de mi, escucha mi oración (Salmo 4:1)
En mi angustia invoqué al Señor y clamé a mi Dios, desde su templo oyó mi voz y mi clamor delante de El llegó a sus oídos (Salmo 18:6) Busqué al Señor y El me respondió y me libró de todos mis temores (Salmo 34:4). Amo al Señor porque oye mi voz y mis súplicas (Salmo 116:1) En el día que invoqué, me respondiste, me hiciste valiente con fortaleza en mi alma (Salmo 138:3)
Llegue mi oración a tu presencia, inclina tu oído a mi clamor (Salmo 119:169)
Pero ciertamente Dios me ha oído, El atendió a la voz de mi oración (Salmo 66:19)
Hijitos mios:
Y sucederá que antes que clamen, , yo responderé, aun estarán hablando y yo ya habré oído. (Isaias 65:24)
Me invocaréis y vendréis a rogarme y yo os escucharé (Jeremias 29:12)
Invócame en el día de la angustia, yo te libraré y tú me honrarás (Salmo 50:15)
Clama a mí y Yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles que no to conoces (Jeremías 33:3) porque He aquí Yo soy el Señor, el Dios de toda carne ¿habrá algo imposible para mí? (Jeremías 32:27)
Con amor eterno tu Padre Celestial.
Mas tú oh Señor, eres escudo en derredor mío, mi gloria y el que levanta mi cabeza. Con mi voz clamé al Señor y El me respondió desde su monte santo (Salmo 3:4). Cuando clamo respóndeme oh Dios de mi justicia, en la angustia me has aliviado, ten piedad de mi, escucha mi oración (Salmo 4:1)
En mi angustia invoqué al Señor y clamé a mi Dios, desde su templo oyó mi voz y mi clamor delante de El llegó a sus oídos (Salmo 18:6) Busqué al Señor y El me respondió y me libró de todos mis temores (Salmo 34:4). Amo al Señor porque oye mi voz y mis súplicas (Salmo 116:1) En el día que invoqué, me respondiste, me hiciste valiente con fortaleza en mi alma (Salmo 138:3)
Llegue mi oración a tu presencia, inclina tu oído a mi clamor (Salmo 119:169)
Pero ciertamente Dios me ha oído, El atendió a la voz de mi oración (Salmo 66:19)
Hijitos mios:
Y sucederá que antes que clamen, , yo responderé, aun estarán hablando y yo ya habré oído. (Isaias 65:24)
Me invocaréis y vendréis a rogarme y yo os escucharé (Jeremias 29:12)
Invócame en el día de la angustia, yo te libraré y tú me honrarás (Salmo 50:15)
Clama a mí y Yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles que no to conoces (Jeremías 33:3) porque He aquí Yo soy el Señor, el Dios de toda carne ¿habrá algo imposible para mí? (Jeremías 32:27)
Con amor eterno tu Padre Celestial.
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