Hijitos mios: Con amor eterno los he amado, son ustedes tres veces dichosos cuando sin ver creen, (Juan 20:29), porque la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1). Porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas (2a. corintios 4:18). Aunque ahora, por un poco de tiempo si es necesario seáis afligidos con diversas pruebas, para que la prueba de vuestra fe, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, resultará en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo, a quien sin haber visto le amáis y a quien ahora no veis, pero creéis en El, y os regocijais grandemente con gozo inefable y lleno de gloria (1a. Pedro 1:6-7). Pues esta aflicción leve y pasajera les produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación (2a. Corintios 4:17) ¿Quién los podrá separar de mi amor? ¿Tribulación o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? (Rom...