Voz del cielo

Hijito mío:  Esfuérzate y sé valiente, no temas ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas (Josué 1:9).  No temas porque yo estoy contigo, no te desalientes porque Yo soy tu Dios.  Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí te sostendré con la diestra de mi justicia (Isaias  41:10).  Porque Yo soy el Señor tu Dios, que sostiene tu diestra, que te dice: "No temas, Yo te ayudaré".    Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú que temes al hombre mortal, y al hijo del hombre que como hierba es tratado.  (Isaias :51:12) Cuando pases por las aguas Yo estaré contigo, y si por los ríos, no te anegarán; cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama te abrasará. El Señor dará fuerza a su pueblo.  El Señor bendecirá a su pueblo con paz.  (Salmos 29:11).  El Señor sostiene a todos los que caen, y levanta a todos los oprimidos (Salmo 145:14). No teman, Yo estoy con ustedes y el que perseverare hasta el fin ese será salvo (Mateo 24:13)

Hijitos mios:   Que el injusto siga haciendo injusticias, que el impuro siga siendo impuro, que el justo siga practicando la justicia, y que el que es santo, siga guardándose santo.  He aqui yo vengo pronto, y mi recompensa está conmigo para recompensar a cada uno según sea su obra.  Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Ultimo, el principio y el fin. (Apocalipsis 22:11-13). Cercano está el gran día del Señor, cercano y muy próximo.  El clamor del día del Señor es amargo, allí gritará el guerrero  (Sofonías 1:14)  Porque el Hijo del Hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles , y entonces recompensará a cada uno según sea su conducta (Mateo 16:27) Y vi un gran trono blanco y al que  estaba  sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos.  12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y  los  libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, que es  el libro  de la vida, y los muertos fueron j

Hijitos mios en verdad, en verdad os digo, el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no viene a condenación, sino ha pasado de muerte a vida (Juan 5:24).  El que cree en mí no es condenado, porque ha creído en el nombre del Unigénito Hijo de Dios (Juan 3:18).  En verdad, verdad os digo que si alguno guarda mi palabra, no verá jamás la muerte. (Juan 8:51) Todo aquel que cree en mí no será avergonzado. (Romanos 10:11) Bendito es el hombre que confía en mí, cuya confianza está en mí.  (Jeremias 17:7)  Probad y ved que soy bueno.  Cuan bienaventurado es el hombre que se refugia en mí.  (Salmos 34:8)  El que pone atención a mi palabra hallará el bien, y el que confía en mí es bienaventurado.  (Proverbios 16:20)  Al de firme propósito, guardaré en perfecta paz, porque confía en mí.  (Isaías 26:3). Y mi paz que sobrepasa todo entendimiento guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesus (Filipenses 4:7) Mi paz os dejo, mi paz os doy, no os la doy co